En búsqueda del alto mando [Libre]

Había llegado directamente desde el Loch pasando por Mittler, un viaje en su propio vehículo auto-propulsado, como el que normalmente se usan para el transporte entre los bloques, aunque con algunos cambios ya que pertenecía a un alto mando dentro de las fuerzas policiales y esto meritaba un vehículo mejorado, en los laterales traía un par de mochilas militares a simple vista repletas. Después del corto pero intenso viaje, no le agradaba la gran distancia del continente, trato de viajar a la máxima velocidad posible, llegando fatigado dejo a cuidado su vehículo y partió.

Nunca había estado en la ciudad con mas prestigio y renombre de la región, se sentía atraído por multitud de cosas, aunque no por la gente, si no por los avances tecnológicos que allí se encontraban tenia un sin fin de ideas en su mente pero aun así estas se nublaban por un cometido mayor al que tenia que prestar atención.

Caminaba rápidamente por las calles sin titubear, su misión era la búsqueda de algún mando de la clase alta con una petición a hacer, el sabia quienes eran por que se encontraban breves informes de cada uno de los lideres y un árbol genealógico en los archivos del Loch, aunque con poca información tenían fotos, lo que era muy importante, dando la oportunidad y esperanza de poder identificar a uno.

-Como que supone que... ¿encontrare a alguien por aquí? - Se decía así mismo mientras miraba cuidadosamente cada lugar para encontrar a algo o alguien - Soy un oficial y estoy buscando en estas... bah, debí de haber contactado mejor antes de venir apresuradamente a este lugar así sin mas

De cuando en cuando bajaba de la "ciudad dorada", como muchos la llamaban, para darse un respiro de todo el ajetreo que ahí se vivía. Para su suerte la ciudad estaba no muy lejos del Royal Site así que no dudo en irse caminando hasta allá. Debía admitirlo, las ciudades de más abajo tenían mucho movimiento por fuera a diferencia de donde ella vivía que do las calles rara vez se veía gente afuera.

Habían mujeres con ropas caras y llenas de costosos anillos y joyas algunas con niños de sus manos otras sólo con bolsos caros. A veces le parecia que toda esa gente rica había olvidado su naturaleza animal para pasar a ser exactamente igual a los humanos. Desaprovaba totalmente esa conducta.

-Cuánto ha cambiado este mundo después de la guerra-

Siguió caminando entre toda la gente, algunos mayores que la reconocían le daban el espacio para que caminara luego de saludarla amablemente. No soportaba eso pero igual lo aceptaba al igual que el saludo de los niños pequeños que se le acercaban a darle la mano ordenados por sus padres.

Ella tenía cabeza para liderar pero no tenía el ego para aceptar el trato que estaba condenada a recibir todo el tiempo que salía a la ciudad. La gente se seguía apartando de su camino y ella sólo caminaba sin un rumbo en concreto sólo iba donde sus pies la llevaban.

Ya había pasado un buen rato desde que comenzó a caminar, se estaba aburriendo enormemente y calculaba la oportunidad si continuar o volver otro día ya que su fatiga solo aumentaba.

Las calles eran muy grandes y repletas de personas, aunque nunca tuvo contacto con demasiada gente pasaba medianamente desapercibido, se notaba en el ambiente que no era de ahí, desencajaba, incluso se imaginaba que las otras razas detectaban con mucha mas facilidad a los humanos, aunque con eso otras ideas aparecían en su mente, como que pasaría en la misma situación con un híbrido o como se comportaría y como podría llevar esto a su propia tecnología de creación.

Después de tanto caminar dio vuelta en una calle la cual parecía con mas gente, no le pareció de mucha importancia dado la gran fluctuación de personas del lugar, no daba atención a las personas de alta alcurnia, pero si se fijo en una persona que raramente hacia quitar de en medio a los otros, era una chica y por lo demás le parecía conocida.

- Que raro, me parece haber visto a alguien así - Recuerda los informes traídos del Loch y compara rápidamente las fotos, logra por fin dar exitosamente con un alto mando, sin dudar se acerca y se coloca a caminar junto a ella, llevando su mano izquierda hasta su frente haciendo el típico saludo militar.

- Disculpe, usted sera...la señorita Ivanova?

Bostezó dejando ver sus filosos colmillos por unos segundos. Estaba cansada. Estiró sus orejas y su cola para liberar la tensión acumulada. Había mucho ruido, muchos sonidos que escuchar pero sus orejas volvieron a caer sin moverse a atender ninguno de esos ruidos.

Había gente por toda la calle pero delante de ella no había nadie. Se comenzaba a aburrir de vagar por esas calles y se estaba disponiendo a irse de vuelta por donde vino. Arregló su característica corbata roja pero antes de dar medio giro y volver sobre sus pasos alguien se paró frente a ella saludándola como hace un militar. El joven traía un traje militar pero del Loch; no era tan usual ver oficiales del Loch caminar entre las calles de Hohiet.

Estudió de arriba abajo al joven y no logró encontrar nada familiar en él a parte de la vestimenta, no era que su memoria fallara era que no había visto a ese joven antes. Ni si quiera se preguntó ni tenía intenciones de preguntar cómo era que la conocía o sabía su nombre porque casi todo el mundo, por no decir todo, conocía su rostro y su nombre completo.

Aguardó unos segundos antes de responder-Eso depende de quién pregunte y para qué-Habló algo cortante pero intentando siempre no sonar descortés. Detuvo su caminar y dando la orden de "descanse soldado" que se suele dar luego de un saludo. El joven parecía agitado y algo inquieto, quizá había estado caminando por largo rato pero dudaba que eso sea de importancia para él además ese no era problema suyo.

Aunque no le hubiera confirmado su respuesta, por fin pudo sentirse algo tranquilo, el de todas maneras sabia que era la persona con mas alta importancia dentro de los organismos superiores, se había memorizado los rostros de cada y uno de los lideres, volvió a una posición normal y bajo la mano.

Tomando unos segundos de profunda respiración se calmo y sonrió hacia el alto puesto femenino frente a el, al mismo tiempo fijando su mirada en los alrededores, costumbre ya de de su propio entrenamiento y el del Loch.

- Oh... bueno señorita Ivanova, como aun no me dan los medios como para comunicarme desde fuera del Loch o Mittler, me decidí y yo mismo viaje hasta aquí -

La alegre aunque fatigada cara del oficial rápidamente cambio a una fría, seria y calculadora- Tengo temas bastante interesantes señorita Ivanova... cosas que no me interesaría mucho discutir con sus pares o incluso con los mios - Miraba al publico alrededor de ellos, dando irónicas sonrisas y risas - Bueno... al parecer realmente... incluso para los mas ''avanzados'' sigue la latente y muy humana sed de poder

Aunque tratando de mostrarse serio y a la altura de su cargo en su interior sus sentimientos estaban a flor de piel, sentía nervios, miedo, curiosidad, intriga, una rara mezcla por todo lo nuevo que estaba viviendo desde que tomo su nuevo puesto en el Loch.

-Tendré eso en mente...-Dijo con respecto a lo de la comunicación. Debía poner más atención a temas como ese sin embargo nadie se lo hacía notar. Ella no tenía ojos para todo.

Escuchó atentamente lo que el oficial tenía que decirle-Temas interesantes...-Murmuró con cierta curiosidad en su voz. Era sumamente curiosa fuera quien fuera o sea lo que sea. Notó cierto nerviosismo en la voz del oficial quien miraba a los alrededores con inquietud. Ella se mantuvo calmada y serena ante la situación, sabía que no era nada grave o de alto riesgo y si así fuera ella ya lo sabría desde mucho antes.

-A capturado mi atención... oficial-Movió su cabeza viendo a ambos lados. Si esos temas eran tan interesantes como para no querer discutirlos con nadie más que con ella debían ser importantes. Pensó unos segundos y con rapidez notó la impaciencia del oficial. Se acordó de esos tiempos en que ella tampoco sabía cómo controlar sus emociones. Rió.

-¿Haría algún daño tratar esos temas en un lugar como éste?-La gente, cuando se trataba de ella y sus asuntos por más insignificantes que sea, tenía orejas enormes. Se detuvo un momento.

-Y por cierto, aún no sé su nombre-

Observando atentamente a la gran líder del mundo donde vivía, analizando la situación; el lugar, el ambiente y las personas, la chica tenía una edad muy cercana a el, sin duda, se decía en su mente a momentos. Se fue calmando poco a poco pero seguía la incesante sensación en el aire de un ser... extraño, que vendría claramente a ser el, en contra parte el estar con aquella mujer le generaba un mayor estado de seguridad y muy en su interior un poco de envidia, al mismo tiempo, pensando en su propio lugar en la sociedad y en sus ideales termino de escuchar la breves palabras del superior.

- Sukhoi Shernarus... Alexei, a su servicio señorita Ivanova - Mientras decía esto volvía a repetir el saludo militar como señal de respeto, vuelve a bajarla - Podría en un futuro ser mal usado este conocimiento... podría llegar a ser un mal para la sociedad actual, en manos de humanos rebeldes esto se usaría para comenzar una nueva revolución, una segunda guerra...-

Su mirada algo insegura y nerviosa cambia a una mucho mas fría y seria, al mismo tiempo que hablaba se figuraba y calculaba los diferentes escenarios - Llevo bastante señorita... bastante tiempo investigando, por mi cuenta... Así que es natural si no se tuviese ni idea de mi, mis asuntos... entre otras cosas... Piénselo! - dice esta ultima palabra bastante fuerte entre la multitud y vuelve a bajar la voz -

Un simple humano, ademas de no ser rebelde, una simple persona de una sociedad destruida... tendría acaso tal poder? - Rie levemente - Aun así, Señorita Ivanova seria este un buen lugar para hablar de esto? si continuo podría incluso dotar a armas inexistentes para ustedes y para el resto del mundo, no simples armas, armas con el poder suficiente como para compararse con su misma fuerza natural...

Su voz toma un tono mas irónico con una sonrisa - Lo mismo que los hace ''avanzados'' hace a mis creaciones mas avanzadas... puedo llevar el instinto a una maquina - Con penetrante mirada y una decreciente sonrisa - Incluso por mas ventajas que tengan sobre los humanos... nosotros también nos adaptamos, ademas de mis propios conocimientos tengo mas pruebas y nuevos cambios encontrados.

Su mirada vuelve a la normal y corriente, había resumido bastante las situaciones vividas en sus últimos años, seguramente para sus camaradas de raza seria un traidor, pero el ahora con misteriosos propósitos oficial, espera una respuesta.

Aquellas eran palabras de gran magnitud y no era prudente discutirlas entre tanta gente que vayan a saber qué podían hacer con esa información. Sólo esperó hasta que el oficial terminara de hablar; para esos momentos ya había notado que el oficial cuyo nombre era Alexei era humano.

-Son palabras grandes para un humano, aunque seas un oficial superior-Parecía estar siendo muy descortés pero sólo era directa. Con temas como esos no podía andarse con rodeos ni bromas; nadie a parte de las cabezas de Welt Tier debía tener permiso para hablar sobre amenazas de guerra o cosas grandes como esa.

Guerra. La sola palabra la hacía estremecer, a ella y a otras cabecillas más. Las consecuencias de la primera guerra aún estaban frescas en la mente de los herederos y nadie quería que se volviera a repetir la destrucción ocasionada aquella vez; los humanos eran tan capaces como ellos mismos para levantarse en contra, tal y como sus antepasados lo hicieron hace años. Tenían bajo control a los rebeldes pero nada les aseguraba que estaban completamente seguros. Sucedería lo mismo que cuando ellos estaban en el lugar de los humanos.

-Tenga más cuidado de lo que dice estando con tanta gente alrededor...-Rodó sus ojos de un lado al otro observando a la gente; había uno que otro par que se había detenido a verlos hablar-...Podría ser peligroso. Tenlo en cuenta-

-Intentas tratar temas bastante delicados en este momento. Temas que casi nadie, fuera de nosotros, se había atrevido a tratar antes. Necesito que me digas todo lo que sabes...-

Termino encontrándose en un estado mas sereno que el anterior podía sentir un cambio en su situación. Tenia su propio punto de mira, un lugar desde donde conseguir; un cargador, sus conocimientos y el dedo en el gatillo; su propia imaginación concretada. Absolutamente ningún dado se estaba lanzando al azar.

Ahí como en cualquier otro lugar en el que se encontrara, fuese la ciudad de la ''realeza'' o la ciudad de los antiguos, como el mismo llamaba, a Mittler, inclusive Loch. Sukhoi ya sospechaba sobre muchas cosas, especulaba y decidía situaciones imaginarias, en las que se incluye el espionaje, robo entre otros.

Notándose mas seguridad en su mirada, ya miraba fijamente a los ojos de su jefa

- Después de todo es mi deber informar no?... otra cosa es que yo decida a quien decirle jajaja - Una risa con cierto misterio tras ella quedando con una sonrisa

- Bueno veo muchísimos lugares por aquí, esta a su elección donde quiere que sigamos esta interesante conversación - Quitándose el abrigo característico de la guardia de la cárcel para quedar mas en evidencia su procedencia

- Todo termina girando sobre su propio eje no?... pero que le parece si cambiamos un poco las reglas, cambiamos este eje, cambiamos el rumbo de las cosas? - Pregunta con alegre sonrisa, camina unos pasos esperandola

Una brisa fresca sopló su rostro, le molestaba que el aire pasara por su nariz. Aspiró hondo y lo dejó salir acabando de escuchar lo dicho por el oficial. Comenzaba a hacerse pesada la conversación pero necesitaba conocer todo lo que sabía el humano; a pesar de que ella misma tenía todo el control y conocimiento de cada rincón de Welt Tier no hacía mal que un poco más de información llegara a sus oídos.

-Sólo digo...que tenga cuidado de con quién comparte su información-En esa ciudad a pesar de que casi todo estaba bajo control habían algunos rebeldes que no entendían qué era dejar en paz al mundo; gente que no se conformaba con lo que tenía y seguía sus vidas, una vez su especie estuvo en esa situación pero aquella era otra historia.

La plaza de la ciudad era un lugar que muy poca gente frecuentaba y menos si el clima estaba fresco; quedaba bastante cerca de donde se encontraban en ese momento. Inhaló un poco de aire. Comenzó a caminar sin prestar atención a si el oficial la seguía o no.-La regla de oro de la vida es esa... Pocas veces se pueden cambiar las cosas sin hacer peores las consecuencias-Continuó su lento caminar a través de la gente que continuaba con el ritual de darle el camino libre.

-¿Qué le hace estar tan seguro que los cambios no desencadenarán el caos en el mundo?-Vio de lado hacia atrás donde estaba el oficial de nombre Alexei, ella tenía una mirada curiosa y sus ojos plateados le daban un toque bastante serio.-Todas las cosas están así por alguna razón... ¿Cree que cambiando el orden no habría peligro?-

Ya no se encontraba en si el sentimiento de miedo o rechazo al lugar caminaba a paso seguro y predominante como lo hacia en su puesto de trabajo. Caminando junto a ella solo se encontraba con su curiosa sonrisa, le parecía gracioso la forma en que la gente se apartaba de ella, sus pensamientos se fundían con ideas, suelta una carcajada en medio de la multitud.

Siguiendo el camino a destino, le gustaba mucho el clima lo hacia sentir cómodo, viendo ya mas cerca la plaza se adelanta un poco al caminar de la chica - No, no es cambiar el orden... incluso cambiando el orden no se altera el producto - Tratando de llegar lo mas rápido posible al lugar frente a ellos, da un salto y sube a una banca - Y si, exactamente todas las cosas están así por una razón, pero.... ¿realmente están bien así? - Dando otro salto para quedar esta vez frente a ella - El status quo es sumamente subjetivo, usted debería saberlo - El viento agita su cabello y abrigo - No tenemos que cambiar el orden de las cosas, a estas alturas ya no es cosa de razas o aditamentos biológicos, es algo netamente social - Dando media vuelta girando hacia el sol ya cayendo por el horizonte - Es necesario quitar del orden a la enfermedad sea de mi raza o la suya, nuestras razas unidas por un motivo, un motivo por que vivir... haria algo... algo mucho mas poderoso - Sus ojos tenian un caluroso brillo tenue como el brillo del sol apagandose por la luna.

La plaza oscurece completamente, cae la noche, el oficial se disponía a tratar las ideas con el mas alto mando, no titubeaba en ninguna de sus palabras, estaba firme con sus ideas y sus pensamientos, para el todo tenia una razón de ser y una forma u oportunidad para cambiar las cosas.

La plaza. Suerte tenía de que allí ni iba casi nadie porque la consideraban "cosa de clase media"; como si por ser de clase alta no pudieran pisar la plaza de vez en cuando; lo bueno de todo eso era que dejaban vacío ese lugar. Era donde ella escapaba cada que lo necesitaba. Llegaron por fin y no se detuvo a sentarse en un asiento, necesitaba caminar para dejar fluir sus ideas.

-Si no molestan a nadie supongo que las cosas están bien como nacieron. Aunque en este caso no puedo saber si eso es verdad para todo el mundo-La desconcertaba aquello, su padre era un gran líder y conocía la mayor parte del pensamiento y las demandas de todas las personas pero ella ni se acercaba a la quinta parte. La brisa soplaba por entre sus cabellos, agitó la cabeza un poco.

-Yo debería saber muchas cosas que, a decir verdad, ignoro varias veces-Murmuró distraída dejando el comentario al aire. Se arregló su saco café y subió un poco su corbata roja.

-Entonces...-Miró con sus plateados ojos cuestionantes a Alexei-...¿Qué es lo que exactamente tenemos que cambiar según usted?-

-¿Pero, el poder no traerá más caos? Si nadie lo puede controlar, cosa que nadie hace, acaso no habría ningún riesgo-

Caminando por la plaza la tranquilidad era inmensa y placentera, el aire le recordaba su niñez y añoraba esos tiempos con su tío, su único familiar. Solo iluminados por la tenue luz de los faroles de la plaza, irónico que en un lugar así se diera una conversación de ese tipo, por mas alegre sonrisa mostrara el oficial, se notaba el cansancio y seriedad tras esta careta.

- El poder no traerá caos, si este poder no esta en malas manos...es la única razón por la que confiare mis proyectos... mi todo a usted... tomare el riesgo - Sacando bastantes archivos desde su abrigo - Esto seria algo invaluable para la industria militar de su tipo de personas y un gran avanze para mi tipo de personas... si lo tuvieran solo lo usarían para... bueno usted sabe.

-Acaba colocando los papeles sobre sus brazos, con una mirada seria y fría, notándose el esfuerzo en sacar toda esa información, trabajo de meses, incluso años en aquellos papeles-

- Ahy esta todo, prototipos avanzados de armas no completadas antes de la guerra, están las capacidades y copias de las habilidades de las razas avanzadas para adaptarse, defensa y ataque, las armas también saben como hacerlo. Por ejemplo: un heli-rotor pequeño vehículo volador, armado e inteligente, uno es peligroso, imagine diez... cien... mil en los cielos, ni siquiera los avanzados de las aves les harían comparación... yo solo me quede con lo mio y con un ultimo informe que estoy desarrollando...

Vuelve a colocarse el abrigo, vuelve a su mirada habitual, tratando de digerir lo que el mismo acaba de hacer, queda mirando fijo un farolillo de la plaza

- Creo que estoy confiando todo en usted, cambiar... que es lo que hay que cambiar? hay que cambiar la antigua mentalidad de los humanos materialistas que también se esta apoderando de los suyos... alta sociedad que no esta aportando absolutamente nada a esta sociedad... Wichtig, Mittler son cien veces mas productivas... por ahora ahy que preocuparse por ambos extremos la cárcel y el lado de sus vecinos... considereme un aliado representante de los humanos. Por la confianza que deposite en usted quiero pedir algo a cambio, no es mucho, solo quiero una prisionera del Loch, me gustaría su cambio de prisionera a esclava supervisada por un oficial superior del Loch, necesito algo de ella... mi ultimo informe tiene que ver con ella... cual seguro si termino con exito le mostrate a usted. Se trata de la reclusa Darcy, acusada de robos menores y un asesinato no intencionado segun los reportes


Poco ya se guardaba en su saber, tenia papeles que confirmaban todo su conocimiento. Lanzo un fugaz bostezo antes de taparse la boca, el cansancio ya le ganaba la batalla y esperaba ya poder despedirse por el momento de la mujer y la ciudad

- El poder que trae caos... no quiere decir que el mismo poder traiga al mismo tiempo caos, significa que alguien fue débil y corrompido ante este, una persona como usted señorina Ivanova a mi parecer no es nada de eso, mientras las personas correctas le den un buen uso, los débiles temeran...

A pesar de ser un felino casi nocturno el cambio radical de su rutina comenzaba a hacer efectos; sus ojos le pesaban un poco y el cuerpo comenzaba a rendirse, las débiles luces de la plaza no ayudaban en mucho así como la suave y fresca brisa que sentía en el rostro.

Las cosas iban serias con el oficial. Los documentos que sacó eran bastantes. Y por lo que ella pudo observar serían como una mina de oro en manos de algún lunático. Observó y estudió toda la extensión de esos documentos sin detener el continuo vaivén de sus ojos por cada página que pasaba; tres minutos bastaron para estudiar con detalle cada hoja contenida en esos documentos mientras escuchaba la explicación del oficial.-Ha hecho bien en confiarme esto, tenga por seguro que su todo no irá más allá de mis manos a menos que sea absolutamente necesario-

-El cambio será difícil y más si con esa mentalidad han vivido los humanos desde los inicios hasta antes de la guerra pero cuánto no desearía que mi gente no siguiera ese camino tan materialista... Así será entonces oficial; un aliado me viene como anillo al dedo-

Cosas a cambio de cosas; aunque sean en temas de suma importancia le desagradaba eso no tan de sobremanera como para darlo a conocer en las facciones de su rostro. Se mantuvo serena escuchando las peticiones del oficial. Había escuchado de esa reclusa, incluso ella había estado cuando se dictó su sentencia. -Si usted considera total y absolutamente necesario que ella sea liberada pues tiene todo mi permiso. Pero tenga en cuenta de que la tendré bajo estricta vigilancia-Advirtió lo último. El cansancio se notaba en el oficial; su viaje había sido largo al igual que su peculiar conversación, Dasha no quería alargarse más. Se ajustó el abrigo.

-Si eso era todo oficial, puede retirarse-Sonrió-Los trámites para la liberación de la prisionera comenzarán de inmediato y a más tardar hasta mañana la tendrá libre-Alargó el brazo hacia el oficial y estrechó su mano como signo de que el "trato" había sido cerrado definitivamente.

-Un placer conocerlo. Debo admitir que fue una amena charla...Y por favor, puede decirme sólo Dasha-

Estrecho la mano de igual manera, sentía profunda felicidad, había logrado sus cometidos sin mucho esfuerzo a excepción del sacrificio de horas de sueño y que al otro día tendría que volver al trabajo. Abotonándose el abrigo, recordó un pequeño transmisor que lo conectaba con el Loch.

-Aquí tiene... como no tenemos manera de comunicarnos sin este largo viaje, al menos con esto acortamos distancias no? - Deja el transmisor de largo alcance junto a ella y aprovecha a susurrar - Ahora mis hombres al igual que yo, no somos simples guardias o policías, estamos creciendo... recuerde eso. Aunque muchos seamos humanos, tenemos bastantes sorpresas y conmigo le aseguro que responderemos a cualquiera de sus llamados... solo recuerde eso y piense bien antes de optar por alguna ayuda, no todos aquí lo hacen por amor a su hogar como nosotros... Dasha.

Sonríe por ultima vez y lo mismo con su trabajo ahora en manos de Ivanova, da un salto para salir de la plaza, un ultimo adiós saludando desde lejos, se pierde en la esquina mas próxima a la plaza, encaminándose hacia su vehículo para volver esa noche a Mittler y por la mañana a el Loch.

Vio cómo el oficial marchaba volviendo sobre sus pasos, una vez estuvo fuera de su alcance visual ella sólo siguió caminando hacia el frente. Lento y constante. La conversación la dejó bastante curiosa sobre lo que dichos documentos contenían pero ese no era ni el momento ni el lugar adecuado para verlos con tranquilidad.

La brisa se comenzó a enfriar mientras ella se alejaba de la plaza dirigiéndose otra vez dentro de la ciudad donde la gente; así como hacía antes, le cedía el paso dejando su camino libre. A pesar de que así era siempre ella no iba a acostumbrarse nunca a eso pero también sabía que jamás iba a cambiar... Cambio. Las cosas vienen en un orden por alguna razón pero...¿Qué si ese era el orden incorrecto y la razón incorrecta?

-¿Será bueno el cambio?-Lanzó la pregunta al aire sin intenciones de recibir una respuesta. Veía el cielo de la ciudad que lentamente perdía el color amarillento con manchas celestes característico del atardecer mientras sus pies seguían moviéndose a ese tradicional ritmo monótono con el que empezaron desde que salió de su hogar.
____________________________________________
ROL TERMINADO